Astrid Fina es ejemplo de coraje y fuerza. Su vida cambió radicalmente al sufrir un accidente de moto que destrozó uno de sus pies. A pesar de que ha tenido que pasar por momentos muy duros, nunca ha bajado la cabeza, y encontró en el Snowboard una nueva forma de vida.
- ¿Qué querías ser cuando eras pequeña?
Siempre me han encantado los animales, así que mi sueño era ser veterinaria. - ¿Cómo eras antes del accidente?
Era una chica extrovertida, divertida, positiva y muy risueña, pero el accidente no me cambió. Mi carácter ha sido clave para que pudiera seguir adelante. - ¿Cómo lo viviste?
Al principio bien, realmente no era muy consciente de la gravedad. Cuando me dieron la primera alta, tras llevar tres meses ingresada, y volví a casa en silla de ruedas, me di cuenta de que nada iba a ser sencillo. Días más tarde volví a estar ingresada, y así pasaron casi tres años. Entrando y saliendo del hospital. Pero sin duda, el momento más difícil por que el pasé fue cuando tuve que decidir que me amputaran el pie. - ¿Cómo te cambió?
Me cambió en la forma de ver la vida. Me di cuenta de que nos enfadamos por cosas que no tienen importancia. Hay que ser amable, positivo, sonreir siempre y disfrutar de cada momento, porque en un segundo te cambia la vida. - ¿En qué momento dices: "Snowboard, este es mi deporte"?
Después de mis primeros Juegos. Solo llevaba una temporada practicando snow y me fue realmente bien. Pensé: “¿Si en 7 meses de nieve he logrado un diploma paralimpico, qué podria lograr en los siguientes Juegos? Ese fue un momento decisivo e hizo que me enganchara a este deporte
- ¿Qué te aporta el Snowboard?
El snowboard me aporta libertad, la sensación que tengo bajando por las pistas no me lo da nada más. Solo estamos la naturaleza, el aire libre y yo. Es mi momento. No pienso en nada y simplemente disfruto. En los entrenos es diferente, ya que el nivel de concentración ha de ser máximo. Cuando compito siento adrenalina y cuando gano, satisfacción. Son todo sensaciones muy bonitas. - ¿Cuál es el momento más bonito de tu carrera profesional?
El momento en que cruzo la meta en los Juegos de PyeongChang y soy consciente de que he hecho medalla. Solo quería abrazar a mi madre y a mi entrenador. A ella porque es un pilar en mi vida, a él porque ha apostado por mí desde el primer momento. Ambos se han desvivido para que pudiera llegar ese momento. - ¿Cómo es competir en los Juegos Paralímpicos? ¿Y conseguir una medalla?
Competir en unos Juegos y hacer medalla es el sueño de cualquier deportista. Luchas toda tu carrera deportiva para ello y conseguirlo es la mayor satisfacción del mundo.
- ¿Cómo es tu día a día durante temporada de competición? ¿Y fuera de temporada?
Entrenamos mucho. De 4 a 8 horas diarias, más ocho que cuatro. Vamos a pistas por la mañana, de 2 a 5 horas, y por la tarde al gimnasio, de 1 a 3 horas. Repetimos esta rutina de lunes a viernes e incluso también algún sábado. Cuando se acerca una competición bajamos cargas y entrenamos menos horas para no llegar con fatiga.
A final de temporada tenemos un mes de vacaciones en el cuál intento desconectar del mundo de la nieve, pero este año ha sido difícil por la consecución de la medalla. Después, volvemos a empezar la pretemporada. Gimnasio, paddle surf, longboard, wakeborad, bici... Y a partir de octubre volvemos a la nieve en glaciares con el equipo. Aunque yo si puedo me escapo antes a Sudamérica. - ¿Por qué has decidido formar parte de la familia Be Universal?
Me parece una muy buena iniciativa y, siendo realistas, creo que puede ser una buena oportunidad para mí. Hago un deporte minoritario, paralímpico y soy mujer... Parece mentira que hoy en día aun haya tanta diferencia en el mundo del deporte con las mujeres y los hombres, cuando es el mismo esfuerzo, la misma dedicación. También me parece increíble que no haya las mismas ayudas para los atletas olímpicos y paralímpicos. Nosotros no recibimos ni la mitad de ellos, ni para entrenar, ni para competir, ni en cuestión de becas. - ¿Qué necesita el deporte femenino para crecer y obtener el respeto que se merece?
Visibilidad. Que los medios y las empresas apuesten por nosotras. También diría lo mismo para el deporte paralímpico. - Un sueño por cumplir...
Hasta ahora siempre había dicho que hacer una medalla en los Juegos era mi sueño. Pero ahora que ya la he conseguido, aunque mi objetivo es ganar más, me gustaría poder ayudar a crecer el Snowboard adaptado. Montar una escuela de iniciación. Para que todos puedan tener acceso a este deporte.
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